Muy buenos días señorinas!
Hoy estoy de buen humor, hace buen tiempo, los pájaros
cantan… no, es broma jajajaja. Estoy contenta porque ya he vuelto de Paris a mi
queridísimo Madrid.
A ver, Paris me ha gustado muchísimo pero mi ciudad es
especial. Y tras esto me dispongo a contaros que tal en Paris, la ciudad de la luz.
Bueno de las luces no hablaré, principalmente porque no salí
casi por la noche de lo cansada que estaba.
Tuvimos pequeños problemas en el aeropuerto tanto a la ida
como a la vuelta, y el más importante es que una desagradable empleada francesa
me revolvió la maleta y me aplasto mis adorados y mimados macarrons.
Por lo demás genial, vimos todo lo que pudimos, entramos a
todo lo que nos dió tiempo y lo mejor de todo es que por ser menos de 23 años y
con enseñar el DNI entrabas gratis en todo, menos en la Torre Eiffel (unos 10
euracos por subir a patita).
Me gusto todo, la verdad es que no tengo pegas de nada. Y me
he propuesto que la próxima vez que vaya me voy a dedicar a ver los barrios y
la ciudad, es decir, menos turisteo.
En cuanto a la ropa, una pena. Cuando bajamos del avión note
fresquito, pero luego resulto no ser fresquito, sino frescazo. Y yo con ropa de
verano!!! Que pintas llevaba… para verme (bueno mejor no verme). Así que lo
hice lo mejor que pude con lo poco que tenia…
Y bueno como no quiero aburriros más, os dejo con algunas
fotos.
(siento mi cara cadaverica tras el viaje y no haber dormido)
Un beso, S